Doña Letizia y el misterioso regalo de Doña Sofía que ‘desapareció’ de su joyero
Desde que doña Letizia entrara de lleno en el seno de la Familia Real, su estilo ha sido objeto de análisis por parte de los medios especializados en moda y estilo de vida. Cualquier novedad en su ropero y cada uno de sus estrenos o reciclajes se han convertido, de inmediato, en protagonistas de la crónica. En este repaso, casi diario, las joyas han jugado un papel fundamental en los estilismos de la esposa de Felipe VI. El joyero real es, sin duda, uno de los elementos más destacados de los ‘outfits’ de la Reina, tanto si lo saca a pasear en sus looks de día como en las noches de gala. Lujosas tiaras, pendientes de importantes firmas de lujo, alhajas de artesanos que dejan de ser anónimos en cuanto doña Letizia los escoge… Algunas de estas piezas han cobrado gran popularidad por haberse convertido, como sucede con los pendientes estrella de Chanel, en los favoritos de Su Majestad.
Sin embargo, pocos se han dado cuenta de un detalle que, desde hace una década, ‘brilla por su ausencia’ (nunca mejor dicho) en las apariciones públicas de la Reina. En el año 2005, coincidiendo con el nacimiento de la infanta Leonor, doña Letizia comenzó a lucir una original pulsera con las letras del nombre de su hija que, como no podía ser de otro modo, centró la atención de los medios de comunicación. Se trataba de la Pulsera Universo de TOUS con las letras que conforman el nombre de su primogénita en pavé de diamantes. Una pieza de la que no se separaba y que poseía un doble valor sentimental ya que, además de representar el nombre de su hija mayor, fue un regalo de su suegra, la reina Doña Sofía, con motivo de la llegada al mundo de la heredera al trono, un dato que publicó en su día la revista ¡Hola! Tan grande era el gusto de la reina por esta joya que añadió una C, la inicial del nombre de su sobrina Carla, después de la trágica muerte de su hermana Erika Ortiz. Dos años después, coincidiendo con el nacimiento de la infanta Sofía, Letizia añadía una nueva pulsera idéntica a su colección, en este caso con las iniciales del nombre de su hija pequeña, también regalo de la ahora Reina Emérita. Durante cuatro años, la presencia de estas dos piezas ha sido constante en la muñeca derecha de doña Letizia. Tanto en sus estilismos de gala como en su indumentaria más casual, estas joyas eran casi parte de la piel de la por entonces Princesa de Asturias. Una obsesión que dejó de serlo drásticamente hace una década.
La última vez que vimos a la regente con el regalo de su suegra fue durante la inauguración de la Feria ARCO en el año 2009. La Reina escogió el famoso diseño granate de Varela, con el que se midió en su día con la por entonces primera dama francesa Carla Bruni. Un favorecedor estilismo que complementó con una de las pulseras gemelas de Cartier y con las que en su día fueron sus joyas favoritas, las pulseras regalo de doña Sofía. Desde ese día hasta hoy, la Reina no ha vuelto a sacar de Palacio estas emotivas piezas nunca más. Diez largos años en los que, consciente de la atención que genera todo lo que luce, ha querido que estas pulseras no formen parte explícitamente de la crónica de estilo. Conocedores de que Su Majestad no deja lugar a la improvisación y no da puntada sin hilo, la aparición de los interrogantes en torno a esta ‘curiosa desaparición’ parecen inevitables. ¿Es una decisión casual de la Reina o tiene que ver con la complicada relación que doña Letizia podría tener con su suegra?